SQUIRTING – ¿Qué es? ¿Es normal? ¿Es posible conseguir un squirting?
¿Cuántas veces te has preguntado, o has hablado con alguien de lo que es el squirting? Seguramente más de las que piensas. Aunque siga siendo algo tabú, es un tema que causa mucho interés en la mayoría de las personas.
¿Tienes curiosidad de saber si el squirting es real?, ¿si es tan exagerado como se ve en las películas porno? y ¿qué se siente al expulsar tal cantidad de líquido de tu interior y la forma de conseguirlo? Sigue leyendo hasta el final del artículo y descubrirás todo lo que quieres saber sobre él.
MI EXPERIENCIA COMO CHICA SQUIRT
Hola a tod@s!! En esta ocasión, hablaré en primera persona porque te voy a contar con pelos y señales cómo he llegado a ser una chica squirt. Empecé a mantener relaciones sexuales a los 15, pasaron 2 años hasta que realice mi primer squirt y 13 años después, aunque te parezca mentira, todavía sigo sin terminar de conocerme.
Como les suele pasar a la mayoría de las personas, mis primeros coqueteos con el sexo fueron bastante torpes, aunque por aquel entonces te quedabas como diciendo.. ¿Esto no era la hostia? Nos damos cuenta con el tiempo, de que nadie nace sabiendo y que tienes que practicar mucho para sentir que realmente sientes.
¿CUÁNDO Y CÓMO FUE LA PRIMERA VEZ QUE HICE SQUIRTING?
Fue a los 17 años, en pleno invierno. Por aquella época mi por entonces novio y yo, teníamos que buscarnos la vida y apañarnos en cualquier lugar, siempre nos decíamos que nos gustaba el riesgo… ¡ JÁ ! En serio, había momentos que deseaba muy mucho estar metidita debajo de unas sábanas y tumbada en una cama, pero no disponíamos de un pisito chic y acogedor donde poder disfrutar del sexo, y alguna excusa teníamos que poner.
No era un día especial, como cada vez antes de empezar a hacerlo, nos dábamos un par de besos juguetones y unas cuantas caricias, pero como casi siempre, teníamos que darnos bastante prisa e íbamos bastante al grano, al fin y al cabo, eran lugares públicos en los que si te descuidas te podía ver el vecino del cuarto.
Recuerdo que estaba de espaldas, tenía mis manos apoyadas contra la pared fría y los pantalones bajados hasta los tobillos, el me estaba penetrando por detrás y de pronto empecé a sentir unas ganas de orinar tremendas, ya me habia pasado alguna vez, sentía como un cosquilleo muy fuerte y en ese momento necesitaba parar, aunque jamás le llegue a dar importancia, pensaba que era simple casualidad.
Pero ese día todo pasó muy rápido, cuando me fui a dar cuenta, un ligero chorro de líquido estaba saliendo de mi interior, mojando mis piernas, los pantalones e incluso un poco los calzoncillos de mi ex. Me quedé helada, nunca mejor dicho. No se si en ese momento él se dio cuenta de que no había sido una eyaculacion normal, pero yo me sequé los muslos como pude con un pañuelo que tenía en el bolsillo y al terminar me fui pitando a casa sin comentar nada con él.
¿Qué narices había sido eso?
¿CÓMO ME SENTÍA? ME PREGUNTABA SI LAS DEMÁS TAMBIÉN HARÍAN SQUIRT
Al llegar a casa lo único que pensaba es que me había hecho pis encima. Menuda vergüenza, ¡madre mia!. No sabía cómo gestionarlo, ¿se habría dado cuenta él?. Me fuí corriendo a la ducha y aunque al principio estuve super rayada, cuando ví que él parecía no haberse percatado lo más mínimo, con un poco de chocolate y el paso de los días, se me fue olvidando… Hasta que volvió a pasar.
Sí, como lo oís, tarde más de un año hasta la segunda vez que “me mee encima”, pero pasó. Y esta vez, sí que se dio cuenta. No me dijo nada, creo que los dos nos quedamos un poco cortados, cosa que agradecí bastante. Y al llegar a casa me puse a buscar como una loca por internet, cosas tipo: “me he meado mientras lo hacía” “sacar mucho líquido al mantener relaciones sexuales” “cómo es la corrida femenina” sin sacar ninguna conclusión de lo que me había pasado. En la red no existía casi información al respecto.
No me pasaba siempre, y cuando pasaba era de forma inesperada, pero poco a poco mis citas con el squirt eran cada vez más habituales. Siempre me he considerado bastante pudorosa al hablar de estos temas en general, pero esta vez era algo que no podía callarme, necesitaba saber si esto tambien les pasaba a mis amigas.
Por suerte o por desgracia, a ninguna de ellas le ocurría algo similar, de hecho incluso me sentía incomprendida, contaba lo que me pasaba y al oír sus experiencias me hacía sentir como si lo que yo decía fuera exagerado y por supuesto, seguía pensando si aquello que expulsaba, era “pipi”.
Ya no tenía pareja y pensaba que solo él tenía el poder de hacer click y que me corriera, pero no fue así. Poco a poco iba dándome cuenta de cuando era el momento en el que se iba a provocar el squirting y empecé a ser consciente de que aquello no iba a parar, que no era algo pasajero, y que tendría que vivir con ello para siempre.
PODRÍA LLENAR UN VASO DE AGUA, O DOS…
Al darme cuenta de que el squirting no iba a desaparecer, intenté darle la vuelta a la tortilla y comenzar a disfrutar de eso tan extraño que me pasaba. Para mí, correrme significaba tener un squirt y por aquel entonces ese era el máximo placer que llegaba a experimentar, así que me quite los prejuicios, me puse a explotar al máximo esa faceta y a aprender sobre todo lo que sentía cuando me pasaba.
Y sí… Llegó un punto en el que mi pareja sabía cuál era el punto exacto que hacía que me corriera, que me corriera muchísimo y saliera todo el líquido a propulsión.
A veces, sacaba más líquido, otras menos. A veces ese líquido no tenía ningún olor y en cambio otras olía un poco fuerte. Incluso algunas veces ese líquido era completamente transparente y otras terminaba dándome cuenta de que había manchado todas las sábanas. Las sabanas, el nórdico, el colchón…¡madre mía!
Para mí, en la mayoría de las ocasiones, realizar un squirt más que placer me causaba una pereza, vergüenza, “asco”… Inmenso. Pero es algo con lo que tenía que vivir, así que me las apañaba con remedios caseros para no poner 7 lavadoras de sábanas a la semana o más.
Lo primerísimo comprar una funda de colchón impermeable como la de los niños cuando se hacen pipi en la cama, y no creáis que se encuentra tan fácil tamaño matrimonial. Luego tenía que dejar un par de toallas siempre cerca de la cama pero en alguna ocasión al moverte etc. pues acababa pringando todo igual.
Además, estar con todo el calentón y decir… ¡voy a por la toalla! En más de una ocasión me ha cortado mucho el rollo. Puedes hacerlo de pie o en el suelo y luego fregar, para un día es super divertido y emocionante pero todos los días así…
Lo más práctico era aprender a controlar si quería o no correrme. Y lo conseguí, sabía el punto exacto en el que iba a hacer un squirt y pedía a mi pareja que parara un segundo, que cambiáramos de posición o simplemente mi mente cambiaba a otra cosa y podía pararlo, pero no siempre es tan fácil, llega un punto que si no paro en ese instante… Sale sin que yo pueda hacer nada al respecto.
En mi interior, y al no conocer más casos como el mío, la poca información de esa época en internet o pensar que eso solo salia en las pelis porno y no les pasaba como me pasaba a mí, una parte de mi seguía pensando que podía tener incontinencia al mantener relaciones, aunque por otra parte me pareciera ridículo pensarlo, iba al baño antes y después de mantener relaciones y no bebo muchísima agua, así que decidí ir al médico de cabecera.
Mi médico de cabecera de toda la vida del pueblo, que me conoce desde que era pequeña y que casi me da un arrechucho de contárselo, pero estaba desesperada. Necesitaba saber que no me meaba encima, por favor. Cuando su respuesta fue…
SIÉNTETE AFORTUNADA, CUANDO SEAS VIEJA NO TENDRÁS SEQUEDAD VAGINAL. Y mi cara, os la podéis imaginar. ¿Qué no tendré sequedad vaginal? En fin. Después del apuro que pase contándoselo, seguía igual.
Y a día de hoy, 6 años más tarde, he conocido algún otro caso personalmente y oído alguna que otra historia más, pero sigue sin existir o yo no lo he descubierto, algún sitio donde poder saber si lo que te pasa es normal o no. Por eso, he decidido escribir este post, para que tú, que eres una chica squirt, te sientas comprendida, y tú que deseas realizar un squirting, pongas en práctica esos truquitos para que no te pille desprevenida.
MI PRIMER SQUIRT FUE A LOS 17 PERO MI PRIMER ORGASMO A LOS…
Toda mi vida pensando que tener un squirting era lo más de lo más, y todavía me quedaba por descubrir el sumun.
Seguramente diréis que masturbarse es lo más natural del mundo, que todas las chicas lo hacen y quien diga que no, miente. Pues… debe ser que soy rara para todo en el sexo, porque hasta hace bien poquito no había experimentado con tocarme, con fantasear, no me había informado… En la mayoría de ocasiones solía tener sexo cuando la otra persona incitaba a ello.
Hasta que llegó.
Quizás nunca te hayas parado a pensar en que tú también puedes disfrutar del sexo y que también existen cosas que te gustan. O eso es lo que me pasaba a mí.
Podía sentir placer cuando mantenía relaciones pero nunca pensaba en mí.
Pero de pronto ese chico que acababa de conocer, se preocupaba más que cualquier otro con el que hubiera estado antes, en conocerme, en saber qué es lo que me gustaba, lo que había hecho… Me hacía preguntas que ni yo misma me había planteado y no solo sobre la sexualidad, sino sobre toda la vida en general.
¡Qué escándalo! Hablar de manera tan natural, simple, fácil, sobre esos temas.
¿Acaso no es lo que siempre hubiera soñado? Cuando te topas con algo así, es difícil gestionarlo, por lo menos para mí. De pronto, si no quería parecer la tía más rara del planeta, tenía que tener fantasías, haberme tocado o en definitiva ser una experta en la cama, y yo no era nada de eso y fui sincera.
Nuestra primera noche juntos… No se me ocurre otra cosa que hablarle de mi amigo SQUIRT, porque bueno, si veo que la cosa va bien y que está tocando esa campanita que suena antes del BOOM, aviso para que no piense nadie que me “meo encima”. Y al decirlo, zas, se me cruzan los cables y las ganas de correrme se van por donde han venido… El se esfuerza muy mucho por conseguirlo, pero ya no hay manera, vino la decepción.
Que pasara eso, nos causó algo de presión las siguientes veces, pero pasados varios días, conseguí mantenerme relajada y solo centrarme en disfrutar hasta que logre realizar un squirting.
¿Cuál fue mi sorpresa cuando pude correrme con él? Que me dijera que eso no era un orgasmo. ¿Hello? Toda mi vida pensando que tener un squirt era correrse, y resulta que correrse para la gente “normal” es tener un orgasmo y por consiguiente, YO NO HABÍA TENIDO UN ORGASMO JAMÁS. A ver, menudo trabalenguas.
Mi mundo estaba del revés. Él sabía diferenciar cuando una chica “se corría” y a mi eso no me había pasado.
Yo estaba atónita, ¿Cómo que no me había pasado? ¿Qué es lo que sientes cuando te “corres”? Estaba indignada. ¿Qué pasa, no ponía las mismas caras de gusto que otras tías que HABÍA VISTO al practicar sexo? ¿Cuál era el motivo que le hacía saber que yo no había llegado al orgasmo? Me cabreaba ser diferente. Pero a la vez, creía que podía tener razón, siempre había pensado que no llegaba a sentir lo que parecía que se debía sentir al tener relaciones y por eso no me sorprendió tanto que me lo dijera.
Hablamos sobre el tema y puede que eso de no tocarme, no tener fantasías, no saber que me gusta, que me excita… Tuviera algo que ver con el no saber llegar a ese punto de placer máximo y que a todo el mundo deja en un estado de felicidad y relax increible.
Así que me empeñe en que tenía que descubrir si había algo más allá a parte de squirtear.
Lo primero, es que mi percepción de lo que era el placer, era el squirt, al squirt solo llegaba de manera vaginal, tocando mi punto G. Por lo que en términos generales, tenía asumido que mi placer era vaginal y no clitoriano. Pero si lo que quería era llegar a experimentar un orgasmo, no todo lo que hacía tenía que seguir haciéndolo igual. Durante algunos meses intenté probar a pensar, tocarme, usar juguetes, cambiar de postura… todo era válido.
Y llegó el día. Bendito día. ¿En serio me había perdido esa sensación durante 27 años? ¿Por qué no me paré a descubrir qué cosas son las que me gustaban antes?
Lo que sientes al tener un orgasmo no es algo fácil de explicar, y por lo que sé, tampoco todo el mundo lo expresa de la misma manera. Pero cuando lo sientes, lo sabes.
Y ahora no puedo estar más contenta. 😀
No siempre que lo busco lo encuentro, de hecho, cuanto más pienso en sentirlo, menos me pasa y creo que aferrarme a ello me bloquea.
CUALES SON MIS OPINIONES ACERCA DEL SQUIRT DESPUÉS DE HABEROS CONTADO MI EXPERIENCIA
Para mí, ahora mismo tener el poder de realizar un squirt ya no es algo que me moleste o incomode, me acepto como soy y además me aprovecho de ello.
No es lo mismo Squirt que la eyaculación femenina.
Tener squirt no equivale a mayor placer en el orgasmo. Squirt es una parte del placer que complementa y favorece un orgasmo más intenso.
Squirt y orgasmo no es lo mismo.
La eyaculación y el orgasmo no siempre vienen de la mano.
No es como en las pelis porno, aunque en ocasiones pueda ser incluso más exagerada la cantidad de líquido.
El líquido del squirt NO es orina. Aunque contenga partículas presentes en ella.
Espero que se hagan más estudios sobre este tema, creo que es algo que puede interesar a muchas personas, puesto que todas tenemos el poder de ser una chica squirt con el tiempo.
Conocerte y explorarte, hablar sobre tus inquietudes tanto con tus amigos como con tu pareja o incluso si lo deseas con ayuda de un profesional. ( Sexólogo, médico…) Ayudará a que tus relaciones sean mucho más placenteras y a eliminar esos tabúes que tanto daño nos hacen. Erradicando la vergüenza de hablar sobre ello y que se tome mucho más en serio la necesidad de realizar estudios para la comprensión de el por qué hay personas mucho más propensas a realizar squirt que otras entre otros muchos temas relacionados con la sexualidad.
TODAVÍA TE PREGUNTAS ¿QUÉ ES Y SI ES NORMAL? ¿TIENES MÁS DUDAS?
Si sigues leyendo, tendrás información más específica de lo que es un squirting, las técnicas para conseguirlo tanto sola como en pareja y la diferencia con la eyaculación femenina.
Para las personas que podemos conseguirlo, es algo completamente normal, no te apures, no te sientas mal, cuando estés con tu pareja o con alguien nuevo comentaselo con naturalidad y disfruta de lo que te ocurre, aceptate…
Y ten siempre unas toallas a mano. 😀
Todavía puede que te hagas algunas preguntas como:
¿Se puede controlar?
Sí, se puede controlar. En cierta medida, puedes decidir cuando dejas que el líquido fluya y sea expulsado, aunque tienes que coger experiencia y saber evadirte de esa sensación de cosquilleo que hace que no puedas parar.
¿Cómo huele el líquido del squirting?
Generalmente no huele a nada y es transparente, pero a veces, según hayas comido algo diferente, como espárragos por ejemplo, si que tiene un olor algo fuerte y quizás incluso deje un color algo amarillento. No huele a pis pero puede confundirte.
Y TÚ ¿PUEDES LOGRAR HACER UN SQUIRTING?
En teoría, si tienes genitales femeninos también tienes la capacidad de tener un squirting. Pero no todas las personas somos iguales ni mental ni biológicamente y no todas lo llegan a lograr, pero para poder conseguirlo influyen también algunos factores como:
- NO obsesionarse con conseguir el squirt. Tienes que aplicar las técnicas que cito a continuación y con el tiempo seguro que llegas a realizarlo, pero si te obsesionas y te centras en eso, no dejas fluir tu placer y puede ocasionar precisamente lo contrario.
- Cuerpo y mente relajados.
- Dejarse llevar, llegando a una excitación máxima.
- Conocerte y saber que puntos debes tocar.
- Si piensas que tienes ganas de orinar, no pares. No te estas orinando, simplemente es la sensación que se siente antes de realizar un squirt, es algo natural, no pases vergüenza y deja que fluya.
- No esperes que sea como en las películas porno, como hemos dicho, cada persona es un mundo, y si, puede que en tu caso llegues a expulsar mucho líquido, pero no es algo tan habitual y la cantidad puede ser menor.
TÉCNICAS PARA LLEGAR A HACER UN SQUIRTING A SOLAS
Lo primero que tengo que decirte es que al tener un squirting no se siente lo mismo que con un orgasmo, ni tiene porque pasar a la vez. Realizar esta acción, es una experiencia sexual más y no tienes porque desesperarte si no la consigues. Aunque he de decir, que si tienes la suerte de experimentar las dos sensaciones a la vez, morirás de placer.
Para lograrlo, os voy a explicar una de las técnicas de masturbación femenina junto con unos consejos básicos, y así ya estarás lista para ser una de las chicas squirt.
Sentirte cómoda y relajada.
Puedes ayudarte con música relajante y tumbada en la cama. Abre tu mente y céntrate en sentir cada movimiento, cada estímulo. Respira lentamente y prepárate para disfrutar.
No te centres exclusivamente en llegar al squirt.
Conecta contigo misma y disfruta de todas las partes de la experiencia sexual. Solo siente.
Comienza a estimularte.
A cada cual le gusta de una manera, primero párate un segundo, e imagina dónde, cómo y con quién quieres estar, sigue con esta dinámica durante todo el encuentro, así es más fácil ponerse en situación y disfrutar más. Después puedes comenzar tocando tus pechos y pezones ligeramente, bajar por tu tripa y acabar frotando tus dedos contra el clítoris de forma suave. Te será más fácil si te ayudas con un lubricante de base acuosa. Poco a poco puedes ir in crescendo, y comenzar a jugar con las partes de alrededor de tu clítoris.
Pasa a la acción.
Cuando estés lo suficientemente excitada y hayas estimulado bastante tu clítoris, puedes ir un paso más allá. Introduce los dedos en tu vagina, mi consejo es que utilices los que te hagan sentir mas cómoda. Explora tu vagina y tomate tu tiempo, es importante conectar y saber que te apetece, porque a parte de tocar el famoso punto G, para conseguir el squirting tienes que sentirte libre, y como vulgarmente se dice, “cachonda”.
Pero, ¿Dónde está el punto G?
Para encontrar el punto G tendrás que introducir tus dedos, lo mejor es usar el corazón y anular aunque puedes usar con los que te sientas más cómoda, e ir tocando la parte de arriba. En un momento dado, notaras como “chocan” contra algo, ese algo es la pelvis, tienes que seguir con tus dedos la pared de la vagina hasta lo más arriba posible, cuando llegues al final, notarás que esta parte tiene un tejido rugoso y por lo tanto lo que están tocando las yemas de tus dedos… ES LA ZONA G.
Estimulación del punto G y clítoris.
Ahora que ya sabes donde se encuentra tu punto G, prepárate para disfrutar.
- La estimulación del punto G podemos conseguirla a base de movimientos circulares, de sube y baja, lineales, masajeando la pared pélvica, imitando el movimiento de los dedos al decir “ven a mi”, etc. Variamos la presión, velocidad y frecuencia de los movimientos para una experiencia más placentera.
RECOMENDACIÓN: cuando estés masajeando la zona con tus dedos, puedes hacer presión como si intentaras tocar el hueso púbico y a la vez con la palma de tu otra mano presiona externamente tu pubis. La sensación al notar esa presión, te va a alucinar.
- La estimulación del clítoris, algunas mujeres han conseguido hacer un squirt solo estimulando esta parte del cuerpo, pero lo han hecho estimulando el clítoris de forma completa y no solo la parte que se ve. Aunque masajeando con tus dedos puedas llegar a excitarte y llegar al orgasmo, para estimularlo por completo y conseguir un squirting lo mejor es usar los conocidos succionadores de clítoris. Este aparato revolucionario gracias a unas ondas expansivas hace que vibre cada milímetro de tu clítoris, estimulando indirectamente tu punto G.
Con lo que te he contado, imaginate aplicar las dos técnicas a la vez. Puedes combinarlas como también agregar otro tipo de juguetes sexuales o fantasías. Esta mezcla te elevará a un nivel muy alto de excitación y una mayor probabilidad de lograr un squirt. Aunque si no lo logras no desesperes, ya llegará.
Quítate los tapujos.
Cuando se estimula el punto G, y estás a punto de concebir el squirt, sientes que tienes ganas de ir al baño y orinar. Es normal, natural y NO ES ORINA, asi que dejate ir y disfruta de ese momento soñado. HAS CONSEGUIDO UN SQUIRTING.
TÉCNICAS PARA PROVOCAR UN SQUIRT EN PAREJA
Como he explicado antes, puedes usar los mismos tips pero adaptandolos con tu pareja. Osea que tanto sola como en compañía lo que se tiene que conseguir sobre todo es estimular la zona G, aunque ayuda mucho a conseguir realizar el squirting la combinación con la estimulación del clítoris.
Por eso, si quieres saber cómo provocar un squirt a tu pareja puedes intentar conseguirlo de dos formas:
Sin penetración o de forma manual.
Si tienes mucha confianza con tu pareja, es bastante fácil que podáis proponer a parte de que uses tus habilidosas manos para hacerla gozar introduciendo tus dedos por su vagina y presionando con estos el punto G, como hemos explicado en el apartado anterior, que introduzcáis en vuestros encuentros algún juguete sexual como el succionador de clítoris, dildo, vibrador… y de esta manera conseguir un super squirting.
Algo que también suele hacer que la estimulación y excitación sea mayor es que tú o tu pareja presione suavemente con la otra mano la superficie del pubis, notando de esta forma mucho más la penetración y ese toque del puntoG.
Con penetración.
En mi caso, podría llegar al squirting casi de cualquier forma si estoy relajada y muy excitada, pero las posturas que más realizo con mi pareja para el squirting y que nunca fallan por su efectividad en la estimulación directa del punto G son:
- Vaquera:
Tú llevas el control de la situación. Al estar encima, podrás moverte hacia delante y hacia atrás, cambiando la velocidad y ejerciendo más o menos presión sobre el punto G a tu antojo. Además, puedes combinar este movimiento de vaivén con otros circulares o de sube y baja ayudando a estimular todas las partes de tu vagina y logrando una mayor excitación. En esta posición, cuando muevas tus caderas hacia delante, la parte externa del clítoris está en continuo rozamiento contra su pubis, lo que es ideal para conseguir nuestro objetivo: lograr el squirt.
- Perrito o contra la pared:
Las posturas en las que se penetra estando de espaldas y algo inclinada, son las que ejercen una mayor presión en la parte frontal de la vagina estimulando continuamente la zona G. En este caso, no llevas tu las riendas del movimiento, pero puede ser excitante sentir que la otra persona toma el control de la situación, y además, podrás usar tus dedos para la estimulación del clítoris mientras tu pareja puede tocarte los pechos o besarte el cuello o la oreja.
¿ES LO MISMO EL SQUIRT QUE LA EYACULACIÓN FEMENINA?
Según varios estudios, el squirting y la eyaculación femenina son cosas diferentes ya que sus componentes y lugar de procedencia no son los mismos.
La eyaculación femenina
Se conoce como la expulsión de una pequeña cantidad de líquido denso, casi transparente y algo lechoso, procedente de las glándulas de skene. En muchas ocasiones pasa desapercibida porque se confunde con la lubricación natural de la vagina pero la verdad es que es mucho más frecuente que el squirt y aunque generalmente se produce al mismo tiempo que el orgasmo, no siempre ocurre a la vez, en ocasiones puede ser expulsada junto a la orina después de la relación sexual.
El squirting
Se conoce como una expulsión generalmente en forma de chorro de una cantidad moderada de líquido acuoso y prácticamente transparente a través de la uretra. Básicamente consta de orina no filtrada, en resumen, estaría compuesta por agua, urea y otros elementos en menor cantidad que se encuentran en la orina.
Espero haber servido de ayuda a todas aquellas personas interesadas en el squirt. Pero si quieres saber más y en este post no has encontrado la solución, puedes escribir en comentarios y estaré encantada de responderte.
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